El mundo tiene un
alma, y llega el instante
en el cual esa alma está en todo y en todos
al mismo tiempo. El mundo vive un momento
en el que mucha gente está recibiendo
la misma orden: sigue tus sueños,
transforma tu vida en un camino que conduzca
a Dios, realiza tus milagros, cura, profetiza,
escucha a tú ángel de la guarda, cambia,
se un guerrero y se feliz en el combate.
Corre tus riesgos. Habrá sacrificios, porque
es un tiempo de tranformación, de renacimiento,
pero vencerás cuando llegue tu hora.
A orillas del río de piedra me senté y lloré
(Paulo Coelho)
Para quienes llegan a leer este blog espero realmente les ayude a tomarse cinco minutos en esta existencia caótica.
A mi parecer de las muchas culturas que existen los budistas resultan de las más fascinantes, su propósito en general es la erradicación definitiva del sufrimiento, la insatisfacción vital o descontentoque se manifiesta de manera inevitable en uno u otro momento de la vida.
Ante esta afirmación me pongo a pensar que muchos nos dedicamos a hacer exactamente lo opuesto ¿no?
Ellos creen en una gran fuerza que hace que la vida sea posible, que habita en todo lo que a uno le rodea y por ello el respeto a uno mismo, a los demás y a la naturaleza es parte de su vida.
Cuando los "occidentales" dicen que los orientales son diferentes, en verdad no entienden que la diferencia es en verdad grande y no me refiero a los gobiernos ni a cuestiones económicas, me refiero a las personas en su estado más puro, siendo personas.
Muchas de sus prácticas nos pueden resultar extrañas, pero si uno se da la oportunidad de probarlo resulta que no es tan malo como parece.
Ya que en realidad solo se trata de ser uno mismo, pues es algo que se pierde día a día, pasar a ser el otro y después te preguntas si eso eres tú en verdad o eres el otro.
En realidad uno de los descubrimientos más grandes del mundo, desde mi perspectiva es ese, saber quien eres porque entonces seguir con lo que haces simplemente será sencillo y agradable.