Pandora era una princesa de la
antigua Grecia, dotada de una belleza sin igual.
Un día, recibió una misteriosa caja,
enviada como un regalo de los dioses,
celosos de su excepcional belleza.
Le dijeron, que jamás debía abrir la caja,
pero un día,
dominada por la curiosidad y la tentación,
Pandora levantó la tapa para espiar,
dejando en libertad a las grandes aflicciones:
la enfermedad, la decpeción, la locura...
Pero un díos compasivo,
le permitió cerrar la caja,
justo a tiempo para atrapar
el único antídoto que hace soportables
tales desdichas de la vida:
la esperanza...
¿Qué tan cierto es esto?, en realidad todo depende de nosotros, la esperanza es tener la certeza y la madurez de enfrentar aquello contra lo que no estamos preparados, esto quiere decir que seremos capaces de superar cualquier situación abrumadora, cualquier desafío porque creemos en nosotros y en los demás...
Tener la capacidad de hacer tal cosa significa tener el optimismo suficiente para vivir, cada ser humano necesita un poco de ello para funcionar, proviene de nosotros mismos y solo es cuestión de encontrarlo para ser mejores personas y tener un mejor mundo.
¿Trillado?
En lo absoluto, ser una mejor humanidad es lo que en realidad se necesita, cultivar el espítitu, lo que hace falta sin necesidad de caer en cuestiones religiosas, no es esa la idea...
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